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Pronóstico del clima 2024: El Niño continuará debilitándose y La Niña comenzaría durante el trimestre junio-agosto

En cuanto a la temporada otoñal, la Dirección Meteorológica apunta a menos precipitaciones en gran parte de las zonas centro y sur del país, aunque se precisa que aún no se puede afirmar de manera concluyente que este año habrá menos precipitaciones que en 2023.

Por: Karen Peña | Publicado: Lunes 1 de abril de 2024 a las 11:37 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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En medio de la megasequía que se arrastra hace más de una década en Chile, la atención está puesta en las precipitaciones que se desencadenarán durante el año, donde el foco está puesto en la llegada de La Niña, fenómeno que se relaciona con menos lluvia en Chile Central, evento que podría romper con el respiro que dejó El Niño el año pasado.

Según el último boletín de Pronóstico Subestacional y Estacional de la Dirección Meteorológica, el fenómeno de El Niño aún persiste en el Océano Pacífico Tropical, pero todas las señales apuntan hacia una transición rápida hacia condiciones neutrales para el período de abril-mayo-junio. En esa línea, se precisa que una actualización reciente indica que existe un 83% de probabilidad de dicha condición. Y se sincera: "Además, los modelos muestran una probabilidad del 62% de que La Niña comience durante el trimestre junio-julio-agosto".

La evolución de las anomalías de contenido de calor en la superficie del mar es una de las señales que muestran el paso gradual hacia La Niña. Según se explica, hasta enero, las temperaturas subsuperficiales se mantuvieron sobre el promedio en la mayor parte del Pacífico Ecuatorial. Sin embargo, "desde diciembre 2023 hasta marzo de 2024, las temperaturas por debajo del promedio se fortalecieron y se desplazaron hacia el Pacífico Oriental. Una onda Kelvin fría contribuyó a debilitar el calentamiento superficial y subsuperficial". 

“Los modelos muestran una probabilidad del 62% de que La Niña comience durante el trimestre junio-julio-agosto”, señaló el último boletín de la Dirección Meteorológica.

Otra señal son las anomalías negativas bajo la superficie. Al respecto, se indica que los procesos de temperatura de tipo positivo cercanos a la superficie se han debilitado en todo el Océano Pacífico Ecuatorial. Recientemente, se añade, las anomalías negativas se han expandido y las temperaturas bajo el promedio han alcanzado la superficie en el Océano Pacífico Oriental. 

En concreto, "el consolidado de los modelos que pronostican el fenómeno de El Niño sugieren que durante el trimestre abril-mayo-junio se mantenga la condición neutral".

Considerando que los modelos internacionales muestran con una probabilidad del 62% de que La Niña se presente durante el trimestre junio-agosto, el meteorólogo de la oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile, Matías Pino, señala que "es importante tener en cuenta que aunque estos meses se caracterizan por mayores eventos de precipitación, es importante mencionar que en nuestro país es más frecuente tener condiciones más secas y frías de lo normal durante el invierno bajo la influencia de La Niña". 

El experto añade que, actualmente, "contamos con el pronóstico para el trimestre de abril-junio, que indica para las precipitaciones una tendencia en general normal a bajo lo normal desde la Región de Coquimbo hasta la Región de Magallanes". 

Por ejemplo, se espera que en la estación meteorológica ubicada en Quinta Normal se registren precipitaciones por debajo de los 87 mm acumulados durante el trimestre abril-junio. Asimismo, en Puerto Montt, se espera que las precipitaciones acumuladas estén por debajo de los 455 mm.

Consultado por los efectos que implica la llegada de La Niña en el actual escenario que enfrenta Chile, donde el año pasado hubo más de respiro con una dosis más alta de precipitaciones, Pino afirma: "La llegada de La Niña, tras un año con mayores precipitaciones, podría dar lugar a condiciones más secas y frías de lo normal en la zona centro del país durante el próximo invierno. Es importante mantener el monitoreo y estar preparados ante los posibles impactos como resultado de la influencia de La Niña".

Sin embargo, el experto es claro en asegurar que "aún no podemos afirmar de manera concluyente que este año habrá menos precipitaciones en comparación con el 2023". Para esto, dice, es necesario analizar este año y compararlo con el 2023 una vez terminado el periodo en cuestión. "Es muy pronto evaluar si este año se sume a los años que llevamos de megasequía", agrega.

Eso sí, detalla que, según los datos de precipitaciones acumuladas hasta la fecha, desde el 1 de enero al 31 de marzo del 2024, algunas estaciones meteorológicas han registrado niveles superiores al año 2023. Ejemplo de estas son: Isla de Pascua, Rodelillo, Juan Fernández, Chillán, Curicó, Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Balmaceda y Punta Arenas. 

"No obstante, hay que tener en cuenta que estos datos son al día de hoy, y que aún queda un período considerable del año por transcurrir. Por lo tanto, es esencial continuar con el monitoreo de las precipitaciones para determinar si este año se suma a la sequía prolongada que afecta al país desde hace más de una década", señala.

¿Cuál es el pronóstico de precipitación para la temporada otoñal? Menos precipitaciones en gran parte de las zonas centro y sur del país. De acuerdo al boletín, el pronóstico de precipitaciones para otoño, proyecta una condición de estación seca, desde las regiones de Arica y Parinacota hasta Atacama. 

La zona precordillerana y cordillerana de la Región de Atacama muestra una condición normal a sobre lo normal en gran parte de las estaciones meteorológicas, es decir, las precipitaciones estarán igual o superior a su climatología. Y en la Región de Coquimbo, muestra una condición normal o bajo lo normal. Por ejemplo, la estación meteorológica de Combarbalá podría presentar precipitaciones igual o inferiores a los 40 mm.

Asimismo, se indica que, entre la Región de Valparaíso y la Región de Magallanes, se espera una condición bajo lo normal. "Esto no significa ausencia de eventos de precipitación durante el otoño, sino que indica que los acumulados a nivel trimestral serán inferiores a los considerados climatológicamente normales para esta época", se detalla. Por ejemplo, se espera que la precipitación acumulada para el trimestre sea menor a 87 mm en Santiago, 212 mm en Talca y 313 mm en Coyhaique. 

No se prevé estrechez de suministro

Por otro lado, el Coordinador Eléctrico, organismo que supervisa la operación del sistema eléctrico, siguió en la línea en cuanto a que no ven una situación crítica de abastecimiento. En su último Estudio de Seguridad de Abastecimiento, correspondiente al período marzo 2024-febrero 2025, sostiene que no se prevé estrechez de suministro durante el horizonte de evaluación para los escenarios hidrológicos evaluados, proyectando, por ejemplo, consumos de combustible diésel bajo los 1.600 m3/día para el primer semestre de 2024.

En el caso más exigente que evalúa el organismo, el consumo diario de diésel proyectado no supera la capacidad de reposición estimada, por lo que -dicen- "no se visualiza un eventual déficit para la hidrología 68-69&21-22". Dicho caso, indican, "considera indisponibilidad de centrales térmicas eficientes entre abril y septiembre de 2024 y noviembre de 2024 y abril de 2025; y adicionalmente, la falla de la línea de 500 kV Nueva Pan de Azúcar-Polpaico durante la primera semana de junio de 2024".

El organismo puntualiza que desde julio 2024 se verifica un aumento del consumo de diésel semanal en las condiciones hidrológicas evaluadas. Por esto, para mitigar riesgos de desabastecimiento, recalcan que "resulta fundamental contar con disponibilidad de gas natural suficiente para la operación continua de las centrales que operan con dicho combustible". En este contexto, añaden, "el retraso o la cancelación de buques de GNL durante los primeros meses del próximo año podría deteriorar aún más este escenario previsto". De todas forman, advierten que la entidad mantendrá un monitoreo de las situaciones que podrían gatillarse ante cambios imprevistos de las disponibilidades de este insumo para el siguiente año. 

Cabe recordar que situaciones como -por ejemplo- la mayor capacidad instalada solar en la zona centro -no solamente en el norte- ayudarían a descomprimir la situación. 

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